C de Curiosidad

Creo este blog con la idea de compartir con vosotros las cosas curiosas que he aprendido a lo largo de muchos años de vida. Siempre me ha gustado compartir las ideas, las sorpresas y las curiosidades que descubro. Podrán ser de carácter histórico, literario o simplemente curiosas.
Todos los datos o informaciones de los que dispondréis han sido extraídos de fuentes de confianza.
Empiezo el blog hoy 17 de mayo de 2013 con la ayuda de mi nieto mayor y amigo Miguel.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Los amantes de los libros


LOS AMANTES DE LOS LIBROS

A los amantes de los libros se les llama BIBLIÓFILOS, Un gran bibliófilo fue Menéndez Pelayo, el cual, pocas horas antes de morir dijo a los que estaban con él. "Qué pena morir ahora, habiendo tantos libros que no he leído". En la biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, hay un homenaje a "un libro viejo" que a los que amamos los libros nos emociona verlo.

Las bibliotecas -se ha dicho-son refugios, albergues de consolación y fortalecimiento sel espiritu, solaz para las almas de los hombres. Entonces si los libros son pasto para el espiritu, ¿Por qué no habrían de serlo también para el cuerpo?. De hecho es fama que los arrojados tártaros se comían los libros con el fin de adquirir el conocimiento que pudiera haber en ellos.

Los libros alimentan los cincos sentidos de quien los lee.
En primer lugar LA VISTA, lo primero que vemos es su aspecto exterior, luego, al abrirlo, lentamente y con curiosidad, buscamos el tipo de letra, las orlas, las láminas....
Después EL TACTO, notamos la textura y calidad del papel,
Luego el OLFATO, Al abrirlo, si es nuevo, notamos el olor al pegamento, a las tintas utilizadas, si es viejo, el recorrido de su vida, si ha estado en un lugar húmedo, polvoriento, si lo han desinfectado, si ha guardado entre sus hojas flores que se han secado allí...
Más tarde el OÍDO, es una delicia oír el arrullo de las hojas cuando se deslizan entre nuestros dedos más rápido o despacio, también cuando lo cerramos más suave o más fuerte de golpe.
Por último EL GUSTO, Cuando acabamos de leer un libro que nos ha gustado, decimos que lo hemos "saboreado", que lo hemos "disfrutado". Peero si leemos un libro de difícil lectura, decimos que nos cuesta "digerir".
Hay la leyenda urbana de que siempre han existido "bibliófagos" como los tártaros.
Incluso dicen que Catón tenía un desordenado apetito literario (el cual murió solo, en su biblioteca, la cabeza reposando dulcemente sobre un libro abierto.
Cicerón decía  que uno de los mayores ideales de la vida humana, era tener una biblioteca en el jardín.
Durante la Revolución Francesa se hicieron encuadernaciones con pellejos de los aristócratas guillotinados, los llevaban a una curtidoría en Meudon, de donde salían convertidos en cueros para encuadernaciones.
En la actualidad fabrican instrumentos para competir con los libros, pero los amantes de ellos, seguiremos disfrutando de la lectura en un buen libro.

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